Preparar el regreso a clases no solo implica comprar útiles escolares: es un reto financiero que puede representar hasta la mitad del ingreso mensual de una familia.

Preparar el regreso a clases implica mucho más que comprar útiles escolares. Para miles de familias mexicanas, esta temporada representa uno de los mayores retos financieros del año. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones Educativas Privadas (AMIEP), una familia puede destinar entre el 30% y el 50% de su ingreso mensual a gastos relacionados con la educación privada, considerando inscripciones, colegiaturas, uniformes, materiales y actividades extracurriculares.
Guía financiera para el regreso a clases: consejos clave para padres
Es por esto que te comparto cinco pasos clave para que padres y estudiantes puedan organizar sus finanzas, reducir el impacto económico y asegurar que la inversión educativa rinda frutos sin desequilibrar la economía familiar.
1. Haz un presupuesto detallado
Antes de comprometer cualquier gasto, identifica todos los conceptos asociados al ciclo escolar: inscripción, mensualidades, libros, material de apoyo, transporte, alimentos y actividades complementarias. Anota cada uno y compáralos con los ingresos disponibles para determinar si existe un déficit o margen de ahorro.
Por ejemplo:
- Calcula el costo total de libros y cuadernos por materia.
- Incluye gastos como transporte diario o mensualidad de transporte escolar.
- Toma en cuenta que los gastos de materiales pueden ir de $50,000 a $150,000 por carrera.
- El costo promedio de transporte privado puede rondar los $80,000 al año.
- Las inscripciones suelen oscilar entre $5,000 y $15,000, según la institución.
2. Anticipa gastos “invisibles” del regreso a clases
Muchos padres subestiman costos como cursos extra, equipos electrónicos o materiales especiales que suelen surgir durante el ciclo. Considera un fondo de reserva para imprevistos y evita recurrir a deudas de última hora.
Ejemplos:
- Clases de regularización a mitad del semestre.
- Compra de una computadora o tablet si la escuela lo solicita.
3. Compara opciones y negocia
En colegios y universidades privadas es común que existan descuentos por pago anticipado, becas parciales o convenios. Acércate a la institución educativa para conocer facilidades y aprovecha beneficios como pagos diferidos sin intereses o planes personalizados.
- Pregunta por descuentos por pronto pago o colegiaturas semestrales.
- Investiga si hay becas académicas o deportivas.
4. Evalúa alternativas de financiamiento responsable
Si después de planear detectas que necesitarás apoyo, acércate a opciones formales como créditos educativos especializados. Este tipo de soluciones, como las que ofrece Laudex —institución financiera con 15 años de experiencia impulsando la educación en México— permiten cubrir inscripciones, colegiaturas o incluso estancias académicas en el extranjero, con planes flexibles diseñados para no comprometer otros gastos del hogar.
- Considera un crédito para cubrir inscripción y materiales sin afectar ahorros.
- Explora financiamiento para intercambios o diplomados en el extranjero.
5. Involucra a toda la familia
La educación es una inversión compartida. Habla con los estudiantes sobre la importancia de cuidar materiales, optimizar recursos y asumir responsabilidades financieras acordes a su edad. Fomentar hábitos de planeación desde temprana edad fortalece su relación con el dinero en el futuro.
- Asigna un presupuesto mensual para útiles o gastos personales del estudiante.
- Incentiva el ahorro de parte de su “domingo” o beca.
Conoce más: 21 Ideas de negocio para ganar dinero todo el ciclo escolar (más allá del regreso a clases)
Planea tu regreso a clases: ahorra y organiza tus gastos escolares
Planificar el regreso a clases con anticipación no solo protege la estabilidad financiera del hogar, también abre oportunidades para que los estudiantes se concentren en lo más importante: aprender y alcanzar sus metas.
Con una buena planeación y las herramientas adecuadas, cada ciclo escolar puede convertirse en una oportunidad para fortalecer la organización familiar, fomentar una cultura financiera sana y recordar que invertir en educación es apostar por un mejor futuro.