En un giro sorprendente, Bill Gates atendió personalmente el teléfono del servicio al cliente de la app de su hija, enviando un mensaje contundente sobre humildad y mentoría empresarial.

Bill Gates realizó un movimiento inusual: retomó labores como becario durante un día en la startup de su hija, mostrando que ni el éxito más grande sustituye la necesidad de liderazgo cercano, visibilidad de marca y empatía con el cliente. Este gesto se convirtió en una lección empresarial sobre la importancia de la cercanía al usuario en cualquier etapa del negocio.
Un “becario” distintivo: Bill Gates vuelve al terreno por su hija
Una decisión inusual: Bill Gates —retirado de Microsoft desde hace más de una década— compartió en LinkedIn su participación en un turno de soporte al cliente para Phia, la plataforma de moda impulsada por su hija Phoebe. No fue inversor, sino operario de primera línea, lo que atrajo atención global.
Bill ha dejado claro que sus hijos no heredarán su fortuna, y esta experiencia refuerza ese principio. Al atender llamadas por un día, mostró que el reconocimiento y el respaldo también se construyen con trabajo diario y aprendizaje mutuo.
Construyendo identidad más de “la hija de Bill Gates”
Phoebe enfrenta el estigma de ser “nepo baby.” Con iniciativas como este proyecto y un podcast, busca construir una identidad propia, más allá del legado familiar, ganándose visibilidad por mérito y esfuerzo.
Entender al usuario desde la base
“Aprendí que la mejor manera de entender cómo funciona algo —o dónde falla— es hablar con quienes lo usan”, reflexionó Gates. Representa un principio central del emprendimiento: la empatía como fundamento para detectar mejoras desde el origen.
No es la primera vez que un CEO se involucra operativamente en tareas básicas. Por ejemplo, Dara Khosrowshahi, CEO de Uber, ha realizado entregas con Uber Eats para conocer la experiencia directa de usuarios y empleados.
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Cómo Bill Gates impulsó el proyecto de su hija con un turno en atención al cliente
Este gesto de Bill Gates no fue un simbolismo superficial, sino una lección estratégica: el liderazgo real se construye en la cercanía con el equipo y los usuarios. En un mundo donde el emprendimiento juvenil lucha por definirse, esta historia resalta el valor de estar presente, aprender desde la base y demostrar que la experiencia y la visibilidad de marca se ganan en el campo, no en el despacho.